El diseño de los espacios de aprendizaje influyen en los procesos de aprendizaje. El espacio de Alena Learning Lab está diseñado para fomentar el aprendizaje creativo. Hay varios factores a tener en cuenta que influyen en el aprendizaje: lo físico, lo emocional, lo motivacional, lo cognitivo y lo social.
En este artículo hablamos de un factor físico muy importante: el espacio de aprendizaje. Es un factor sobre el que podemos influir para facilitar que un aprendizaje creativo.
Un espacio que facilita el aprendizaje creativo es un espacio que incita a imaginar, con medios y recursos accesible para poder crear aquello que uno imagina. Es un espacio en el que es fácil colaborar, es fácil mostrar y compartir con los demás los aprendizajes y reflexionar sobre los procesos y resultados de las tareas. Además, se puede encontrar un rincón que invita al descanso, a la relajación, o al silencio cuando el proceso de creación y de aprendizaje así lo requiere.
Un espacio para amplificar el aprendizaje
El Alena queremos que el espacio sea un amplificador del aprendizaje. Queremos romper la tendencia frecuente que condiciona a un ambiente de estudio como un lugar en el que el escolar se sienta para cumplir con sus tareas de estudio. Con frecuencia la escena es un estudiante entrando a una sala con una mesa, una silla, una pizarra, un ordenador y su mochila llena de libros y tareas. Si no es la mochila lo que pesa, es la lista de tareas, la falta de motivación, o el sentimiento de incapacidad.
El espacio de Alena apoya el aprendizaje de los estudiantes porque es totalmente abierto y flexible, porque se da libertad para ubicar las mesas donde cada uno o cada grupo desee, porque se puede trabajar sentado en diferentes tipos de asientos, o de pie en mesas altas, o sentado en el suelo o tumbado en colchonetas. Además, los niños y niñas pueden trabajar en un espacio compartido o pueden instalar separadores en las mesas y en la sala para concentrarse en un trabajo personal e independiente.
Para que un espacio sea amplificador del aprendizaje tiene que ser el espacio el que se adapta al escolar y tiene que ser el espacio el que debe ser flexible para responder al potencial de aprendizaje, a la curiosidad, y a la diversidad de habilidades e intereses de los niños, niñas y jóvenes.
Para ello ponemos a disposición de los participantes diversidad de ejemplos, de actividades, objetos, libros como potenciales desencadenantes de ideas, y diversidad de materiales y de recursos para que se puedan llevar a cabo las nuevas ideas y proyectos.
La voz del escolar es importante en la preparación y en la planificación del espacio. Los estudiantes deben apropiarse del espacio en el que aprenden, ellos saben cómo y dónde pueden realizar mejor cada tipo de tarea, con qué materiales y con qué personas.
¿Qué hacemos en un espacio de aprendizaje creativo?
El espacio de Alena promueve un aprendizaje creativo porque incita a las acciones que forman el ciclo del proceso creativo: Percibir y tomar conciencia, Conectar, Imaginar, Crear, Explorar y jugar, Compartir y colaborar, y Reflexionar sobre el proceso, para de nuevo volver a imaginar.
La diversidad de recursos y materiales es crucial para construir este espacio, y si éstos son accesibles, visibles, y dinámicos facilitan los procesos creativos. También hay una serie de habilidades y cualidades humanas ineludibles en quienes acompañan a los estudiantes para construir estos espacios. El espacio físico es limitado, pero aun así, en él los estudiantes se sienten libres porque saben que no se les va a juzgar por ello. Por eso se expresan con autenticidad, se sientan seguros para compartir, para colaborar y para pedir ayuda a los demás.
¿Qué es eso tan importante que deseamos y que pensamos que nunca tenemos?
El espacio creativo también debe sostenerse sobre una cosa que, quizás, casi no conocemos porque nunca llegamos a tenerlo (al menos eso escuchamos o decimos con frecuencia). Es una componente o dimensión que va unida al espacio. Es el tiempo. En un espacio para el aprendizaje creativo el estudiante dispone libremente y de forma autónoma del tiempo, no hay alarmas que le hacen abandonar una tarea cuando está inmerso en ella, no hay una obligación de permanecer en una tarea atascado y frustrado cuando no se dispone en ese momento de las habilidades, recursos (materiales, emocionales, humanos) para realizarla. Una de las estrategias que aprendemos al trabajar por proyectos es la gestión del tiempo.
En la creación del espacio hemos pensado en las y los estudiantes y, a partir de ahora ya podemos contar con sus opiniones para hacer cambios y adaptaciones, porque queremos que las personas que participan y crecen en Alena sean también co-diseñadores del espacio.
¿Cómo sabemos si funciona?
Sabemos si un espacio de aprendizaje funciona, porque los estudiantes continuamente se autoevalúan y se co-evalúan, ellos saben lo que desean y necesitan mejorar para conseguir sus retos si están implicados y motivados. Los datos que más nos sirven para saber el espacio de aprendizaje creativo funciona es que los estudiantes estén satisfechos porque cada día sienten que aprenden, que son capaces y que quieren seguir aprendiendo.
¿Qué pasa si no funciona? Si no funciona no importa, porque aprenderemos más sobre los estudiantes, sobre cómo crecen, sobre sus motivaciones.
Si algo no funciona, los estudiantes se darán cuenta de que nos preocupamos por ellos y de que hacemos lo posible por mejorar el espacio por y para ellos.
¿Quiénes son los personajes secundarios de la historia?
Un espacio de aprendizaje creativo puede funcionar muy bien con un buen facilitador. La persona que acompaña y guía a las niñas, niños y jóvenes en un espacio creado para el aprendizaje creativo, como es Alena, es clave para que los protagonistas se mantengan inmersos en sus historias de aprendizajes, descubrimientos, creaciones e invenciones.
El facilitador es observador, flexible, creativo, servicial y empático. Ayuda a los estudiantes a acceder a los recursos más adecuados en cada momento, a construir sus propios recursos personales para mantener la motivación, el optimismo y cultivar las fortalezas que necesite para avanzar en las rutas de aprendizaje que con el mismo proceso se van rediseñando. Pero sobre esta figura del facilitador tan especial y tan deseada hablaremos en otro artículo.